Carta del Coordinador 11 2013

Queridos Cohermanos
Misioneros Laicos del Santísimo Redentor
Asociados a la Misión

Quisiera consagrar esta carta a proyectar una mirada hacia el futuro de la nuestra Conferencia. El primero de los siete principios rectores de la reestructuración de nuestra Congregación que decide de los cambios actuales dice: “La Reestructuración es para la
misión.»

No tiene sentido llevar a cabo cambios o reformas en la Congregación, si este cambio
no está guiado por el deseo de entregar cada vez más plenamente y con alegría nuestra vida al Redentor, al servicio de la predicación directa de la Palabra de Dios. “La fidelidad a nuestra misión es la razón y la finalidad de una auténtica reestructuración” (Decisiones del XXIV Cap. Gen. 1.2).
Desde este espíritu, nuestra Conferencia está reflexionando sobre la posibilidad de abrir nuevas comunidades interprovinciales entre los más abandonados y pobres en tierras de misión en Europa. Quizás, eso suene un poco extraño “tierras de misión en Europa”. Estamos acostumbrados al hecho de que las misiones están muy lejos, en otros continentes, y sin embargo no es la lejanía la que determina los desafíos misioneros.

¿Nos está llamando Dios a Albania?
Durante la última Asamblea de todos los Superiores Mayores de la Conferencia Europea, que tuvo lugar en noviembre de 2012 en Cracovia, surgió la idea que pensáramos, si acaso Dios no nos llama a los Balcanes, y especialmente a Albania. De hecho, es una de las zonas más pobres y abandonadas de Europa, en la que los Redentoristas todavía no estamos presentes. La Asamblea ha confiado al Consejo de la CRE la tarea de discernimiento y de preparación de las propuestas específicas sobre los nuevos proyectos en Albania.
Durante los meses que siguieron a la Asamblea de la CRE, nuestro Consejo recogió las informaciones, buscó los contactos y habló con los misioneros que trabajan en Albania. Después siguió un intercambio de cartas, e-mails y desde el 16 hasta el 24 mayo 2013 r, junto con el Secretario de la CRE, padre Zdzislaw (François) Stanula, nos fuimos a Albania para ver la situación sobre el terreno, hacer una visita al lugar y hablar concretamente de las posibles obras misioneras.
Nos hemos encontrado con el Presidente del Episcopado de Albania, Arzobispo
Angelo Massafra, OFM, con el Ordinario de la diócesis Tirana-Durres, Mgr Rrok Mirdita (que fue presidente de la Conferencia Episcopal de Albania durante las dos últimas cadencias) y con Mgr Hil Kabashi OFM, ordinario de la Administración Apostólica del Sur Albania. Hemos hablado con los sacerdotes, los religiosos y las religiosas de diversas congregaciones que trabajan allí.
Como resultado de estos encuentros, nos han invitado por lo menos a cinco parroquias misioneras en Albania. Dos de ellas se encuentran en la Arquidiócesis de Shkodra-Pult en el norte de Albania: en Shkrel (Bzhetë) (2.500 católicos) y en Hoti (3.000 católicos.); una en la Arquidiócesis de Tirana-Durres (Albania centro), en Kamëz, un barrio a las afueras de Tirana (15-20.000 católicos) y al menos dos parroquias en la Administración Apostólica del sur de Albania en Vlore y en Sarandë – Gjirokastër. En el sur de Albania el número de católicos no es grande, pero cada parroquia cuenta al menos con unos 1.000 católicos. En Albania hay muchas personas que se consideran católicas pero la imposibilidad de poder encontrar un sacerdote dificulta que se sepa el número exacto de los mismos. Esto puede parecer extraño, ya que se trata de un país de Europa, y que tan solo dista 72 km de Italia desde el punto más estrecho del Mar Adriático.
Durante los días 9-10 de septiembre de 2013, en Roma hemos tenido una reunión del Consejo de la CRE, durante esta los Consejeros: padre Pedro López Calvo (Provincial de Madrid), el padre Johannes Römelt (Provincial San Clemente), y el Secretario O. Zdzislaw Stanula y yo, hemos reflexionado sobre estas propuestas y las hemos elaborado con detalle para la Asamblea General de la CRE que se celebrará en Madrid del 28 al 30 de octubre del 2013.
Con esta carta me gustaría, tan solo, pedirles a todos una oración especial en sus comunidades y parroquias, pidiendo la luz del Espíritu Santo para que podamos escuchar la voz de Dios y leer correctamente los planes que Dios tiene para nuestra Conferencia.
Mi impresión personal es que Albania es un país típicamente misionero en Europa, donde, en algunas regiones, los católicos e incluso algunas comunidades religiosas femeninas que trabajan allí, debido a la falta de sacerdotes, esperan varias semanas para tener acceso a los sacramentos. Por desgracia, en los últimos años, algunas congregaciones femeninas dejaron Albania por la dificultad de no poder continuar llevando una vida religiosa sin Eucaristía.

Algunas informaciones sobre Albania
Actualmente, Albania es un país donde alrededor del 70-75% de la población es musulmana, el 15% ortodoxa y alrededor del 10- 15% son católicos romanos (hay entre 350.000 y 400.000 católicos, aunque hay que admitir que los datos en este ámbito varían mucho). La distribución de los católicos en Albania es desigual; la mayoría de ellos se encuentran en las zonas montañosas del norte, son mucho menos numerosos en el sur del país, cerca de la frontera con Grecia. En los últimos años, sin embargo, se observa el movimiento de los católicos del norte hacia el sur.
Los católicos de Albania sufrieron enormemente durante los últimos siglos. Aunque el cristianismo surgió allí ya en el siglo III, y la Iglesia fue viva, estando incluso representada en los principales concilios del primo milenio, hubo a continuación un cambio radical de situación. En primer lugar, los turcos conquistaron el país y empezó una cruel persecución que duró desde el siglo XV hasta principios del siglo XX. Luego en la segunda mitad del siglo XX los comunistas empezaron a introducir el ateísmo programado. El apogeo de las persecuciones fue la persecución religiosa en Albania después de 1967, cuando Albania se convirtió en el primer país totalmente ateo en el mundo. Mezquitas, iglesias católicas y ortodoxas fueron destruidas. Cualquier oración o símbolo religioso en aquellos tiempos
implicaba el encarcelamiento o la muerte. Todos los sacerdotes albaneses o fueron asesinados o enviados a la prisión. Esta esclavitud comunista se acabó en el año 1990, y la sobrevivieron en la cárcel sólo ocho sacerdotes católicos. Ahora se está preparando el proceso de beatificación del primer gran grupo de mártires de Albania de esta época de persecución.
La gran esperanza de la Iglesia católica en Albania es la participación activa de los niños y de los jóvenes en la Iglesia. Ellos son el futuro de la Iglesia. La mayoría de los albaneses son gente muy pobre, que vive de lo que les envían los miembros de la familia que trabajan en el extranjero. Principalmente en Grecia y en Italia. Albania es un país hermoso, muy pintoresco, situado en la costa del Mar Adriático y Jónico, mayormente montañoso. Las montañas cubren el 75% de su territorio, rico en recursos naturales, pero extremadamente pobre.

¿Es Albania un lugar de misión para los Redentoristas?
Surge, sin embargo, en el corazón de la cuestión: ¿deberíamos trabajar en Albania? Creo que a esta pregunta le vamos a dar respuesta en Madrid, durante la Asamblea General de la CRE. Ahí se tomarán las decisiones vinculantes.
Viendo las decisiones tomadas durante el último Capítulo General, hay buenas razones para pensar seriamente en Albania como país de nuestra futura misión.
Entre otras cosas, las siguientes razones hablan a su favor:
1) Nuestro carisma: la proclamación de la Palabra de Dios entre los pobres, especialmente
entre los más abandonados. Albania es uno de los países más pobres de Europa y en todos los rankings es siempre uno de los últimos lugares del continente. En cierto sentido, Albania está también espiritualmente abandonada, porque como he dicho, una gran cantidad de comunidades religiosas y de sacerdotes huyeron de Albania durante la persecución. Y ahora, incluso, después de 23 años del fin de la persecución, la iglesia no es capaz de asegurar a los católicos el acceso regular a los sacramentos. Esta gente podríamos incluirla en el grupo del cual hablan nuestras Prioridades Apostólicas cuando
dicen: a “cuantos se quedan” [desatendidos].
2) Por el momento, en Albania, ninguna otra Congregación o Instituto religioso predica las
misiones parroquiales o retiros. Todos los obispos, sacerdotes y monjas con quienes hemos hablado, confirmaban la gran necesidad de misioneros y predicadores de los retiros. Para tener una imagen completa se debe añadir que algunos de nuestros interlocutores decían que en primer lugar se debe hacer la “primera (nueva) evangelización” del país.
3) La gran esperanza de la Iglesia son los numerosos niños y jóvenes quienes vienen voluntariamente a la iglesia para las devociones y oraciones. Las Prioridades Apostólicas de la CRE nos recomiendan específicamente de trabajar con ellos.
4) Una de nuestras prioridades apostólicas dice que tenemos que atender “A todos los afectados por el aumento de la secularización y los temas que tienen que ver con la Vida Humana Contemporánea”. La fe ha sobrevivido en los corazones de los albaneses, a pesar de la enorme persecución. Pero ahora el secularismo y la apertura a todo lo que es perjudicial, impregna naturalmente sus vidas, sobre todo
porque nadie se opone a este proceso y nadie gestiona adecuadamente estos espacios. También la familia está viviendo enormes problemas debido a tantos siglos de influencia musulmana, así como por la separación que sufren provocada por la emigración económica.
5) El caso de Albania, en cierto modo me recuerda la opción que hizo san Alfonso, a la hora de escoger entre Nápoles, donde había un montón de sacerdotes, y Scala, donde no había ningún sacerdote. Actualmente estamos delante de una elección similar: entre Albania y otros países de Europa donde hay muchos sacerdotes y, se podría decir, a alcance de la gente.
6) La Patronade Albaniaes Nuestra Señora del Buen Consejo – es decir María, que estuvo acompañado a nuestro Fundador, cuya imagen estaba siempre sobre su escritorio.

Quería compartir con vosotros mis primeros pensamientos, porque me importa mucho
que tomemos en serio este tiempo de discernimiento y de oración. Si es que Dios quiere llevarnos allí, a Albania, os pediría que orasen por el don del discernimiento para nosotros, el don del coraje, y sobre todo el don de la fidelidad al carisma de nuestra Congregación. El Año de la Promoción de la Vocación Misionera Redentorista que hemos empezado a celebrar, es también una buena oportunidad para intensificar nuestras oraciones en este sentido.
Les deseo a todos que este año especial dé como fruto, el fortalecimiento de nuestra fe y vocación y por lo tanto una más intensa unión con el Santísimo Redentor.
P. Jacek

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